No olvidarás mi nombre

Luis Melgar vuelve a Egipto por tercera vez.

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Su nueva novela, publicada de nuevo por La Esfera de los Libros, cierra su trilogía egipcia y nos transporta a la vida de Hatshepsut, una de las pocas mujeres que se erigió como faraón en el Antiguo Egipto. A través de una narrativa apasionante, Melgar explora no solo el legado de esta extraordinaria figura, sino también la historia de dos mujeres modernas que dedicaron sus vidas a desenterrar su memoria: lady May Cecil, dama de honor de la reina Victoria Eugenia de España, y la egiptóloga estadounidense Elizabeth Thomas.

El reinado de Hatshepsut fue largo y próspero, pero tras su muerte, su nombre fue borrado de templos, esquelas y monumentos, sumiéndola en el olvido. A pesar de que los egiptólogos descubrieron su tumba y comenzaron a reconstruir su templo, la momia de la reina nunca apareció, privándola así del acceso a la eternidad que tanto anhelaban los antiguos egipcios. Esta novela narra cómo lady May Cecil y Elizabeth Thomas, a pesar de no haberse conocido y vivir en épocas y lugares distintos, compartieron la obsesión por hallar la momia de Hatshepsut y hacer justicia a su memoria.

Luis Melgar se inspira en el fascinante descubrimiento de la momia de Hatshepsut en 2007, cuando un equipo de arqueólogos liderado por Zahi Hawass logró identificar sus restos utilizando avanzadas técnicas de ADN y radiografías. La clave del enigma residía en una pequeña caja de madera con un diente molar, que al compararse con una cavidad en la mandíbula de la momia, proporcionó la prueba definitiva. Este hallazgo no solo permitió identificar a Hatshepsut, sino que también ofreció nuevas perspectivas sobre su vida y las circunstancias de su muerte.

No olvidarás mi nombre es una obra que combina historia y ciencia con una narrativa emocionante, rindiendo homenaje a la perseverancia y pasión de aquellos que luchan por preservar nuestro pasado. Melgar ofrece a los lectores una ventana al antiguo Egipto y a la dedicación incansable de dos arqueólogas que, aunque nunca vivieron para ver su éxito, lograron devolverle a Hatshepsut su lugar en la eternidad.