Quedan solo nueve días. Un poco más de una semana. El próximo miércoles, 18 de mayo, sale a la venta mi nueva novela: La conjura del Valle de los Reyes. La sorprendente historia de Howard Carter y la maldición de Tutankamón.
La aventura propiamente dicha empezó en las Navidades de 2020. Mi editora, Berenice, fue con su familia a ver la exposición de Tutankamón que se exhibía por entonces en Madrid. Hablando con ella, se nos ocurrió la idea de contar la historia de Howard Carter, lord Carnarvon y lady Evelyn como una novela de aventuras.
Enseguida me puse a trabajar. La historia de Howard Carter me era familiar desde bien pequeño. A menudo he contado que de niño jugaba a faraones y sacerdotisas, pero creo que nunca he dicho que el protagonista de muchos de mis pasatiempos infantiles era el propio Carter, a quien yo imaginaba como una suerte de Indiana Jones pero más asequible, menos intrépido y aventurero y no tan dispuesto a solucionar cualquier problema con golpe de látigo, una pistola y un puñetazo. Carter era, en definitiva, alguien a quien yo podía aspirar a parecerme.
Recrear a ese ídolo de la infancia, indagando sobre el verdadero ser humano que hay tras su fabulosa aventura, ha sido en cierto modo un viaje iniciático. Howard Carter no era, ni mucho menos, un hombre perfecto. Conforme iba leyendo, iba descubriendo nuevas facetas de su personalidad, nuevas aristas, que lo hacían cada vez más y más fascinante. Descubrí que, muy posiblemente, Howard Carter padeciera un trastorno del espectro autista, lo cual me permitió entender muchos de los actos aparentemente inexplicables que había llevado a cabo durante si vida.
Lo mejor es que Carter no estaba solo, sino rodeado de una miríada de personajes a cuál más interesante. Su patrón, lord Carnarvon, el que financió el descubrimiento de la tumba, era el dueño de Highclere Castle, el verdadero nombre del castillo de Downton Abbey. No voy a negar que es una de mis series favoritas de todos los tiempos. Convencí a Pablo (no hizo falta mucho esfuerzo) y volvimos a ver juntos las seis temporadas y la película como parte de mi proceso de ambientación. ¿Qué puedo decir? Sin duda hay algo de lady Mary en el personaje de mi protagonista femenina, lady Evelyn.
Conforme me iba adentrando en la historia, la maldición de Tutankamón fue cobrando cada vez mayor presencia. Tenía claro dese un principio que ningún espíritu ancestral se había dedicado a castigar a algunos (solo algunos) de los descubridores y visitantes de la tumba de Tutankamón. Pero enseguida vi que había algo poco natural en la muerte de lord Carnarvon, apenas unos meses después de que él, Carter y lady Evelyn entraran por primera vez en la tumba del faraón.
¿Quizá fue un asesinato?
Uno de mis descubrimientos más sorprendentes fue el asesinato del playboy egipcio Ali Kemal Fahmy a manos de su esposa Marguerite Alibert, una señorita de compañía francesa que había sido amante del mismísimo Príncipe de Gales. Encontré a Ali Kemal en una lista de supuestas víctimas de la maldición. En cuanto profundicé un poco, me di cuenta de que probablemente no tuvo nada que ver con Howard Carter ni con lord Carnarvon, pero aun así, su historia me pareció tan potente que decidí incluirla como parte esencial de la trama.
Mi viaje personal ha durado un poco menos de un año. Diez meses de investigación, de hacer esquemas para intentar dar coherencia a la trama, de soñar con los personajes y atosigar a Pablo hablándole de lady Evelyn por aquí, de Howard Carter por allá, hasta que acabó hasta la coronilla de mi novelita. Diez meses de escribir las escenas una y otra vez hasta que di con el punto de vista correcto. Diez meses para resolver el asesinato de lord Carnarvon.
Ahora faltan solo nueve días para que empiece el juicio. ¿Os gustará lo que he escrito? Espero que sí.
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